27 jul 2011

Primera semana: Recién llegados y sin ideas de nada

Como hace una semana que no posteo, voy a resumir todo lo que pasó en pocos párrafos. Y para saber el día, agregaré la fecha antes de empezar con el relato.

Lunes 18: Presentaciones
Fue un día tranquilo, el primero. Nos despertamos temprano, como dos horas antes, y "desayunamos" (Si preguntan el porqué de las comillas es porque a eso no se le pudo llamar desayuno). Por suerte, en la misma casa había un mexicano. Éste nos contó cómo era la cosa y nos ofreció enseñarnos cómo llegar a la escuela.
PROBLEMA: No teníamos dólares canadienses*. Pero bueno, somos argentinos y eso no nos preocupó... Tomamos el colectivo gratis, por la parte de atrás. Cuando llegamos a la estación de tren, nuevamente tuvimos que subirnos gratis (Arriba nos enteramos que si nos agarraban tendríamos que pagar 150 dólares).
Al llegar a la escuela nos presentaron a Joey, el que se encarga de las excursiones. Él nos explicó cómo se manejaban, y qué debíamos hacer nuestro primer día. Tuvimos que dar un examen escrito y uno oral para ver en qué nivel nos tocaba.
Después de eso, no muchas más cosas interesantes. Recorrimos la ciudad a la tarde para conocer maso menos la zona, los negocios, entre otras cosas.

Martes 19: Primer día de clase
Increíblemente en la casa nos dieron un sándwich de queso como desayuno, el cual llevé a la escuela. Y empezaron las clases...
CLASE MAÑANA
Profesora: María
Compañeros argentinos: Juan, Camila G., Sofía L., Belén (éstas últimas se incorporaron al otro día)
Otros compañeros: Dos brasileros y una japonesa.
Observaciones: Ninguna. Nos mandó como tarea ver videos de Corea del Norte.
CLASE TARDE
Profesora: Margaret
Compañeros argentinos: Juan y Belén.
Otros compañeros: Un brasilero repetido, un brasilero nuevo, la misma japonesa, una taiwanesa y una turca.
Observaciones: Nos cayó bien la profesora y las clases parecen más cortas y divertidas.
Después de clase nos tomamos el Big Bus, el colectivo que nos hizo recorrer las partes más famosas de Vancouver explicándonos todo.

Miércoles 20: Parque Elizabeth
Tampoco nos dieron desayuno ese día. ¡Día del amigo! Al llegar a la escuela todos nos saludamos, y bla bla. Las clases siguieron como estaban, no hubo muchos cambios. Por ahí salía y entraba gente, pero nada importante para mencionar.
A la tarde fuimos a un lugar llamado Parque Elizabeth con el Colegio. Nos sacamos muchas fotos, y Argentina compitió contra Brasil en "Correr por la fuente". Dos compañeros, Manuel y Franco, jugaron contra dos brasileros una carrera. Ida y vuelta por el medio de los chorros de agua de la fuente. ¿Quién ganó? Obviamente que Argentina. (Arg 1 - 0 Bra).
Después de eso cada uno a su casa, y tampoco mucho para mencionar. (Bueno, no que recuerde).

Jueves 21: Gastown
Anteúltimo día de la semana. Estábamos un poco cansados, pero queríamos seguir haciendo cosas. Mi casa seguía siendo rara (Mal olor, mala comida, mala compañía). Fuimos a la escuela, estudiamos un poquito más...
A la tarde volvimos a Gastown (Volvimos = Ya habíamos ido con el Big Bus pero no nos habíamos quedado mucho). Allí compramos un par de recuerdos (ayudé y me ayudaron Candela y Florencia). Y nuevamente cada uno volvió a su casa por el Skytrain.

Viernes 22: Patinaje y Futbol
¡El día que estaba esperando! No solo porque era fin de semana, sino porque íbamos a ir a patinar. Y pueden preguntar, tenía muchas ganas de ir. En el verano lo había pasado tan bien que quería repetir.
Después de las clases y de enterarnos que tendríamos prueba el Lunes, nos encaminamos a la ¿cancha? de jockey sobre hielo de Vancouver. Nos dieron los patines, y salimos los que pudimos. Muchos se cayeron (puedo decir orgullosamente que yo no). Y vale aclarar, obviamente, que Argentina volvió a jugar contra Brasil. Esta vez una carrera con los patines. Jugó Candela contra uno de ellos, y la argentina ganó por pocos segundos. (Arg 2 - 0 Bra).
El día anterior, uno de los brasileros me había preguntado a mi (sí, justo a mi) si queríamos jugar un parte contra ellos: Argentina vs Brasil. Dijimos que sí, y arreglamos un lugar y horario. Por lo tanto, después del patinaje nos encaminamos para allá.
Antes de contar que perdimos, les cuento por qué.
¿Por qué perdimos?
- Ellos habían estado entrenando desde que se fueron de la escuela.
- Nosotros habíamos estado patinando desde que nos fuimos de la escuela.
- Ellos no eran solo brasileros, si no también coreanos, japoneses y mexicanos.
- Ellos tenían guantes, tobilleras y botines.
- Nosotros nos tuvimos que prestar los pantalones para jugar más cómodos.
(Yo hablo de nosotros, pero no jugué).
(Arg 2 - 1 Bra)
Sin dar muchos detalles, les cuento que me tuve que volver solo a casa (sin Nicolás, mi compañero de casa) porque éste fue llevado al hospital por un dolor de cabeza producido por el futbol. Por suerte, todo está bien.

(*) Con esa plata se compraría la "Tarjeta de TransLink". Esta tarjeta sirve para subirte a los diferentes medios de transportes públicos de Canadá en 1 hora y media. Lo registras en una máquina, y a partir de ese momento podes pasearte por todo Vancouver.

**

Bueno, ésta fue la semana, la primera. La pasamos muy bien, salvo por la casa. Todavía la seguimos pasando bien, pero... ¡Ya no estoy más en esa casa! ¿Cómo salimos de ahí? ¿Por qué salimos de ahí? En la próxima.

18 jul 2011

Domingo 17 de Julio: "3 horas encerrados, unos cuantos chinos, la cenicienta rica y un mapache"

Llegamos a Vancouver el Domingo 17, alrededor de las 11. Entonces, a partir de ese preciso momento, comienza este blog.

Después de buscar las valijas en el aeropuerto, unas cinco limusinas nos esperaban en la puerta. Como era de esperarse, me apuré y me puse primero en la fila. Yo quería la primera, y nadie me la iba a sacar. (Y bueno, nadie me la sacó). En este momento no tenemos fotos, pero vamos a ver cuándo las subo.

En el viaje vimos un par de McDonald’s y de Starbucks (Entiéndase como MUCHOS y MUY juntos), hasta que llegamos al Canadian College of English Language (CCEL, en adelante). Ahí nos hicieron pasar al buffet, donde nos dieron algo de comer y luego nos presentarían nuestra (la de un amigo y mía) familia... La cual nunca llegó. Nos mandaron en Taxi hasta la casa... ¿¡Para qué!?

Vale aclarar que durante el viaje en taxi encontramos a una cenicienta manejando su auto chiquito con una cara muy enojada. ¿Por qué le decimos cenicienta a esa mujer? Porque estaba vestida como ella ._. ¿Cambia algo en la historia de cómo llegamos a la casa? Para nada.

Nos bajamos del taxi, pero sin antes sacarnos una foto con dos compañeras en la puerta (muy pronto: foto). La entrada es una puertita chiquita, decorada con dos pinos altos a cada lado. Uno baja por los escalones hasta el parque, y tocamos la puerta. Nos atendió la hija de la dueña de la casa, ya que ésta no estaba. :O Y nos encontramos con la primera prueba: ¿WTF?

La chica esta nos hizo pasar por la puerta del costado. (Al parecer, la casa está separada en dos: Una donde viven los dueños, y otra donde viven los estudiantes). Abrió la puerta que de afuera da a la cocina y un olor un tanto especial nos llenó la nariz. ¿Qué era? Todavía no lo descubrimos. Pero esa no fue la mejor parte... Lo mejor fue cuando vimos un colchón tirado en el piso. ¡Iuupi!

La hija de la dueña nos preguntó qué queríamos. Opción A) Que uno duerma en la cocina durante cuatro días. Opción B) Dormir los dos juntos en una habitación durante cuatro días. Sé que los que nos odian hubieran preferido la A, pero no... Tomamos la B. Agarramos el colchón y lo llevamos a la última habitación del pasillo.

Ahí conectamos la computadora, y le avisamos a nuestros compañeros que habíamos llegado bien. Y después... Nos dimos cuenta que no sabíamos qué hacer, qué no hacer, dónde ir, dónde no ir. No estaba la dueña, llegaría en "one or two hours" y esperamos. Esperamos... Esperamos... Esperamos... Esperamos... Toc Toc. ¡Siiii! Llegó Manjul, la dueña de la casa.

Por suerte, nos explicó todo lo que debíamos saber. Dónde nos dejaría la comida, qué hacer cuando no queríamos más, nos dio la llave y le preguntamos cómo hacer para ir al instituto desde la casa. (Si había que tomar el tren, o el colectivo, etc.). Nos dijo que hablaría con uno de los dos chicos, que también están hospedados en la casa, para que a la mañana siguiente nos guiara con él.

Ya sabiendo masomenos todas las reglas, y un poco más relajados, decidimos salir a caminar por el barrio rumbo al McDonald que vimos cuando llegábamos. En este momento, voy a tirar una "lluvia de ideas" donde encontrarán las palabras que representan todo lo que vimos: ÁRBOLES - CHINOS - UN MCDONALD - UN KIOSKO - CHINOS - UNA IGLESIA JAPONESA - JAPONESES - UNA ESTACIÓN DE SERVICIOS - CASAS MUY LINDAS - CHINOS - UNA PLAZA CON HAMACAS Y CANCHAS DE TENIS - CHINOS - LLUVIA. Y sí, volvimos. ¿Por la lluvia? ¡NO! Por la cantidad de chinos.

Y acá es cuando aclaro que mientras estábamos en la casa vimos por la ventana a un mapache (O según yo, a un mapuche). ¿Es importante? No, pero le da atractivo al título.

Cuando regresamos a la casa, la señora nos presentó a uno de los hospedados: Kim. No, jaja, no era chino. Era coreano, según nos contó el segundo hospedado que no conoceríamos hasta el otro día. La mujer le pidió que nos llevara a la escuela el día siguiente. Aceptó. Pero lo que él no sabía era que no teníamos plata canadiense, lo cual complicaría un poco las cosas al tomar los medios de transporte.

¿Cómo pudimos haber sobrevivido al otro día sin plata? ¿El compañero coreano nos habrá prestado un poco de la suya para tomar el Sky Train? ¿Qué es el Sky Train? ¿Los chinos habrán encontrado la forma secreta de curar la apendicitis y nosotros la descubrimos? Todo eso y un poco más de la historia del mapache mañana en este mismo blog.