23 abr 2013

De la nada

 Había una vez, en algún lugar lejano pero en un tiempo cercano, un protagonista. Este protagonista era sordo y carecía de amigos. Lo único que poseía era una Tortuga Dorada, así se le llamaba a ese objeto, que le permitía volar.
 El protagonista volaba sobre y debajo de la Tortuga a todas partes. Conocer lugares era su hobbie favorito, ya que al espiar a otros protagonistas, él aprendía a no odiarlos.
 ¿Por qué a este protagonista, al cual la gente se lo confundía con un ser aunque solo tenía pocos rasgos parecidos, nadie lo estimaba? Él no pedía una amistad, solo alguien que demostrara una evidente estima.
 El protagonista, siempre, luego de viajar en el mundo, dividía sus pensamientos surrealistas, para tratar de reparar en sus pensamientos amenazadores, y los eliminaba. Y eso era su forma de sobrevivir.